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Colección de Estudios Bíblicos - Preparados por Alejandra Montamat.

El principio de nuestra historia. Génesis. Entrega 21.

Abraham está alcanzando la madurez espiritual ¿Cuáles son las señales que la demuestran? ¿Qué decide revelarle el Señor y por qué? ¿Cuál es el ministerio que sólo puede ejercer quien madura en su fe? ¿En qué forma desarrolló Jesús el servicio y la intercesión? ¿Qué sería de nosotros si no los hubiera cumplido?

SEÑALES DE MADUREZ ESPIRITUAL
Génesis 18

En la medida que avanzamos en la historia de Abraham, comprendemos que habiendo recibido fe no siempre transitó un camino elevado hacia la santidad. Aunque con momentos de debilidad, nuestro padre en la fe llegó a intimar con Dios en muchos aspectos. En este capítulo veremos ejemplos de este crecimiento que servirán para animar nuestra propia vida espiritual.

Primeras señales de madurez 18:1-8
Dios se relacionó personalmente con Abraham dándose a conocer de varias maneras: hablando con él, a través de un sacerdote, en visión y en el capítulo anterior con esplendor y gloria. Pero ahora dice la Biblia que Dios se presenta ante Abraham en forma humana y acompañado de dos visitantes extranjeros (posiblemente dos ángeles).

Hospitalidad
Como es costumbre oriental, el patriarca estaba sentado a la puerta de su tienda en el calor del mediodía y en aquellas latitudes era posible que los visitantes necesitaran con imperiosidad ser recibidos y atendidos por un lugareño. Abraham no sólo se dispone a hacerlo, sino que realmente se transforma en el anfitrión y protector de estos personajes. Nada dice el pasaje que entendiera a quiénes estaba recibiendo, ni mucho menos que supiera la jerarquía de uno de sus huéspedes.

Generosidad y servicio
Lo más llamativo de su hospitalidad fue la generosidad con la cuál dispuso el banquete que les ofreció. Tanto su esposa como sus criados se vieron involucrados en tamaña tarea (las mujeres sabemos lo que significa preparar un banquete casero para nuestros invitados); luego de presentar la comida ante sus convidados, Abraham se dispuso a servirles.

La promesa reafirmada 18:9-15
Es posible que por la pregunta acerca de su esposa, Abraham haya caído a cuentas de frente a Quién se encontraba. Si releemos el capítulo anterior, Dios le había prometido que Sara daría a luz un hijo (17:19, 21) y entonces Abraham tuvo una reacción sorprendente: se rio ante tal posibilidad.

Imposible para el hombre
Ahora, Sara estaba escuchando la conversación en la cual se afirma que ella dará a luz y reaccionó como su esposo entonces. ¿Qué pudo significar esta risa? No podemos ser dogmáticos, pero posiblemente fue una mezcla de sorpresa, extrañeza, gozo e incredulidad. Entonces leemos una afirmación divina que hasta hoy afianza el corazón de todo creyente: "¿Acaso hay algo imposible para Dios?

Posible para Dios
Muchas veces no comprendemos que Dios intenta utilizarnos como instrumentos de sus profundos propósitos y que la capacidad de llevarlos adelante es de Él y no nuestra. Dios permitió que Sara concibiera y gestara en su ancianidad (algo imposible de lograr hoy a pesar del gran avance científico si tenemos en cuenta que el óvulo fecundado pertenecía a una mujer de 90 años). Dios esperaba que ambos padres dieran la gloria de semejante milagro sólo a Él. Por ello el retardo en el cumplimiento de su promesa tenía como propósito madurar la fe de Abraham y Sara. Cuando intentó justificar su risa escéptica, Sara recibió una contundente respuesta del Señor que conoce todo pensamiento íntimo de cada ser humano.

Dios revela su plan 18:16-33
Pasamos de considerar la gracia de Dios a vislumbrar uno de sus juicios. Al contarle de antemano su intención de ejecutar juicio, Dios da a su siervo Abraham la oportunidad de actuar conforme a su más alto nivel de madurez: intercederá para que Dios aparte su ira de las ciudades impías. En Génesis 18:17-19 podemos ver desplegadas tanto la misericordia divina como su justicia. Mientras que la descendencia de Abraham recibe clara enseñanza acerca de la fe en el Dios del pacto y es exhortada a recordarlo y obedecerlo; el mismo soberano Dios decide desplegar su justicia poniendo fin a la maldad y rebeldía de Sodoma y Gomorra.

Tolerancia y paciencia
Aunque estas poblaciones habían llegado al colmo de su impiedad ejercitando colectivamente conductas sexuales aberrantes, sus conciencias yacían completamente anestesiadas debido al cúmulo de transgresiones contra la voluntad divina a la que habían rechazado e ignorado por varias generaciones.

Santidad y justicia
La decisión del Señor de ejecutar juicio no es más que la manifestación de su santa ira contra el pecado; porque la justicia de Dios se rebela contra toda impiedad e injusticia de los hombres (Ro 1: 19). El antropomorfismo utilizado al expresar el descenso de Dios para considerar lo que ocurre, es una imagen gráfica de que Dios escudriña cada corazón y ejerce su veredicto con pleno conocimiento de la actitud humana y de su falta de arrepentimiento (Ro 2:4).

Segunda señal de madurez: Intercesión
El Señor descubre deliberadamente su intención a su amigo Abraham porque desea que él interceda pidiendo misericordia y gracia para los otros pueblos (no en vano recuerda que será la bendición para todas las demás naciones 18:18). Abraham entiende perfectamente que la justicia de Dios será vindicada por medio del castigo a las ciudades rebeldes y entonces se atreve a intimar con Dios de una forma sorprendente. Seguramente su primer pensamiento fue rescatar a Lot y su familia. Entonces formula una pregunta que reconoce el carácter justo de Dios: ¿Vas a destruir al justo junto con el injusto? Él sabe que Dios no derramará su ira sobre justos e injustos por igual; entonces comienza una especulación curiosa que propone al Señor apartar su castigo siempre que hubiera un número suficiente de justos en Sodoma.

Clamor por misericordia
Algunos entienden el atrevimiento de Abraham como una excesiva toma de confianza; sin embargo, otros señalan que Dios se enterneció al reconocer la compasión de Abraham y su intercesión por otros. Como veremos más adelante, Dios solamente apartó su ira de tres personas (Lot y sus dos hijas) y con esa decisión les mostró gracia y misericordia ya que, de aplicar su justicia, ninguna persona habría escapado de la destrucción. Siglos más adelante, el profeta Jeremías entendió que su pueblo Israel habría sido completamente exterminado debido a su impiedad si Dios no hubiera extendido su misericordia sobre el remanente (Lm 3:22-26).

Las marcas de una fe madura
1. La madurez espiritual es menos dependiente de las espectaculares manifestaciones de Dios, en cambio se deleita en la intimidad diaria con el Señor. Abraham tuvo un encuentro nuevo e íntimo con Dios, pero esta vez en una jornada habitual y preparándole una cena. A lo largo de la Biblia, el Señor describe la intimidad con los suyos en una cena de amigos Lc 22:14,15; 24:30-31; Ap. 3:20; 1ª Co 11:23-26.
2. La madurez espiritual saca el foco de atención de uno mismo para colocarlo en los demás. Abraham mostró su servicio a los demás primero siendo anfitrión de extranjeros y luego intercediendo por Lot. Jesús se condolía por aquellos rebeldes ante Dios Mt 23:37-39
3. La madurez espiritual sabe cuándo actuar y cuándo esperar en Dios. Si nada podemos hacer para cambiar una circunstancia, entonces podemos orar. La oración del justo puede mucho (Stg 5:16). Algo puede estar fuera de nuestro control, pero no lo está de Dios.
4. La madurez espiritual entiende el juicio del Señor como un incentivo para orar, interceder y servir, no para regodearse por el fin de aquellos que se pierden.

Conclusión
La madurez espiritual siempre tiene en cuenta los eternos atributos del Señor: su grandeza, su omnipotencia, su bondad, su justicia, su santidad, su amor, ternura y misericordia. Ante circunstancias inexplicables o ante tremendas dudas acerca del destino de algún ser querido, el creyente maduro sabe descansar en Dios, quién juzgará rectamente. Un amigo del Señor, aquel que madura en la fe, podrá "pensar" los pensamientos de Dios. Al igual que Abraham, descubrirá que el Dios eterno y Todopoderoso es además un Dios de misericordia, justicia y compasión; a Él entregará toda su esperanza (Salmo 42:5).

Para reflexión
1. Lee Mateo 20:26, Hechos 20:35 y Hebreos 13:2 ¿A quiénes van dirigidas estas exhortaciones? ¿Cuándo mostró Abraham esta capacidad?
2. En 1ª Reyes 19:11-13 Elías tiene un encuentro con Dios. Lee las circunstancias y los detalles del encuentro. ¿En qué manifestación de la naturaleza oyó al Señor? ¿Qué analogía hallas con la experiencia diaria del creyente?
3. ¿Qué debió aprender Sara tras la conversación y promesa de Dios para ella?
4. Tras conocer los planes de Dios acerca de Sodoma, Abraham se dispuso a interceder ante Dios por ellos. Lee Éxodo 32:7-14 ¿Qué similitud encuentras entre el diálogo de Moisés y el Señor con el de Abraham? ¿Crees que cada creyente debe ejercer el ministerio de la intercesión? ¿Quiénes están en tu corazón?
5. Haz una lista de los atributos de Dios que puedas recordar. ¿Cómo es que Dios puede desplegarlos todos sin anular ninguno? ¿Quién hizo posible que la justicia y la gracia nos libraran de la condenación eterna que todas las personas merecemos? Busca versículos que apoyen tu respuesta.
6. Lee Daniel 9:1-19 ¿Qué piensas acerca de la madurez espiritual que este hombre había alcanzado? ¿De qué forma la puso en práctica? ¿Cuántos atributos divinos menciona Daniel en su oración intercesora?