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Colección de Estudios Bíblicos - Preparados por Alejandra Montamat.

HECHOS DE LOS APÓSTOLES. La expansión de la iglesia cristiana al mundo gentil. Entrega 18.

Pablo por fin será embarcado para comparecer ante el César en Roma. Luego de dos años de prisión, con falta de cargos formales y una sentencia en suspenso, un centurión se hace cargo de trasladarlo bajo su responsabilidad a Italia. El mal clima y la temporada de invierno predecían que la navegación sería muy dificultosa. ¿Por qué Dios permitió que saliera del puerto de Sidón, si la travesía estaría plagada de dificultades? ¿Por qué la vida de Pablo fue puesta en peligro una vez más? ¿Hay un propósito divino detrás de tantos inconvenientes? ¿Quién viajará junto a Pablo en esta ocasión y cuál será el propósito de Dios al mantenerle con vida? Casi estamos llegando al final de nuestro estudio y como lo hemos visto en anteriores episodios, la soberanía de Dios se hace patente en el cuarto y último viaje de Pablo, el gran misionero a los gentiles. Que la recordación de la natividad del Señor Jesucristo sea un tiempo de agradecimiento a Dios por su gran misericordia al entregarnos un salvador.

UN NAUFRAGIO CON PROPÓSITO
Hechos 27:1-44


Cuando Pablo entró por última vez en Jerusalén cerca del año 58 cada situación que experimentó fue bloqueando su libertad de vivir como un ciudadano libre para decidir dónde y cómo moverse por el amplio imperio romano. Primero la turba y luego los procedimientos judiciales fueron conduciéndole desde el pretorio en Jerusalén a Cesarea donde estuvo detenido por dos años sin sentencia; cuando cambió el gobierno y ante la presión de los judíos Pablo apeló al César para que su causa fuera considerada estrictamente por la ley romana, pero tuvo oportunidad de presentar enteramente su testimonio ante el rey Agripa y su esposa Berenice.
Ahora quedará en manos de un centurión quién estará a cargo de su vida hasta conducirlo sano y salvo ante el tribunal del propio César, la máxima autoridad romana. La lección de hoy relata el viaje que condujo a Pablo, Lucas y Aristarco desde Palestina hasta Malta, una isla muy cercana a la península itálica. Un viaje por demás accidentado pero guiado completamente por la mano de Dios. Quienes leemos esta porción bíblica, sabemos con certeza que la soberanía de Dios se mueve detrás de cado uno de los protagonistas y nuestra meta será revisar qué propósitos eternos yacen detrás de esta historia.
El centurión propone, pero Dios dispone Hechos 27:1-8
Pablo es tratado como prisionero, pero en realidad fue imputado de faltas que no se pudieron probar; en nuestros días no se puede tener detenida a una persona tanto tiempo sin un proceso firme.
Festo, el gobernador de Roma en Judea, le comentó al rey Agripa que debía enviar al César una carta donde debía constar el cargo del acusado y no sabía qué causa detallar. Finalmente, Pablo y otros prisioneros que seguramente ya tenían condena para ser ajusticiados en Roma, son entregados al centurión de la guardia del César llamado Julio.
En este viaje hasta Roma el centurión responderá por la vida de todos los prisioneros que le fueron asignados en Palestina hasta ser entregados en su destino final; a Pablo en calidad de detenido a procesar y al resto para ser probablemente ajusticiados públicamente. Esto explicaría la deferencia para con el apóstol al permitirle recibir a sus amigos en cada puerto que tocaban.
Pero el viaje desde Sidón a las costas de Asia fue muy lento debido al viento que soplaba desde el noreste-este por lo que tardarán varios días hasta llegar al puerto de Mira. A este puerto llegaban grandes embarcaciones cargadas de trigo para abastecer las necesidades de Roma, así que el centurión contrató el pasaje para él y su grupo en una de estas naves. Aunque navegaron con mucha dificultad hacia el este a la península de Cnido la embarcación debió dejarse llevar hacia el sur a la isla de Creta y con grandes esfuerzos, los marinos la bordearon en sus costas del este y sur hasta llegar a Lasea.
Pablo y su experiencia Hechos 27:9-21
Estaba avanzado el mes de octubre y la navegación se suspendía entre noviembre y enero. Debido a su experiencia como viajero y productor de velas para embarcaciones, Pablo advirtió lo peligroso de zarpar con ese clima, pero no fue escuchado. Tanto el centurión como el capitán del barco pretendían bordear la isla hasta Fenice ya que era una ciudad más protegida y mejor equipada para pasar el invierno. Entre los pasajeros, Pablo tenía más horas de navegación que la mayoría de ellos (ver 2 Co 12:23-27) y su consejo parece haber surgido de su experiencia, hasta es posible que hubiera sufrido otro naufragio en circunstancias similares con la consecuente pérdida de vidas. Pero el clima pareció mejorar lo que alentó al resto de los marineros a levar anclas y partir rumbo a Fenice.
Cuando el clima empeoró debieron dejarse flotar a la deriva y romper con los aparejos que entorpecieran la capacidad de flote porque había bancos de arena, sólo levantaron el bote salvavidas. El huracán noreste fue muy agresivo y debieron navegar a la deriva, echar por la borda cualquier sobrecarga y atenerse a las consecuencias del destino.
Destino: ¿azar o mano de Dios? Hechos 27:22-38
Quienes tienen experiencia en navegación saben lo que una marea constante provoca: el oído interno da las señales del movimiento constante al centro cerebral provocando náuseas y vómitos. Así estaba toda la tripulación y el pasaje del barco, sin instrumentos de navegación modernos, no tenían idea del derrotero ni de la posición actual de la nave.
La sensación de muerte se adueñó de casi todos, hasta que Pablo volvió a dar su consejo: deberían comer para fortalecerse ya que tendrían oportunidad de pelear por sus vidas. Estaba tan seguro de ello, porque un ángel del Señor se lo había declarado; Dios había establecido que Pablo compareciera ante el César y por esto, todos los pasajeros serían salvados de la prueba.
Pasadas dos semanas de navegación a ciegas, los marineros se dieron cuenta de la poca profundidad en que navegaban y temiendo que la nave encallase intentaron escapar con el único bote salvavidas; Pablo se dio cuenta de la intención, le advirtió al centurión y éste abortó la maniobra lanzando a la deriva el bote. Ahora todos se salvarían o todos morirían.
Pablo guiado por el Señor les asegura que hay esperanza y los insta nuevamente a comer, por eso toma la iniciativa, ora dando gracias por los alimentos y come, le siguen el ejemplo 275 personas y luego el sobrante es echado al mar.
Final seguro Hechos 27:39-44
Por fin al amanecer reconocieron tierra y navegaron hasta la bahía, pero encallaron en un banco de arena. La proa quedó fija y enterrada y la popa, a merced de fuertes olas, comenzó a quebrase. El hundimiento era una oportunidad para que los presos tratasen de escapar, por ello la costumbre era matarlos, pero el centurión quería salvar a Pablo y ordenó que todos saltaran al agua y nadaran hasta la playa; quienes no supieran nadar, flotaron gracias a las tablas y los restos de la embarcación.
Conclusiones
• Lucas detalla esta historia pormenorizada porque él mismo fue salvado para ser instrumento de Dios en la redacción de su Palabra. Dios tuvo especial compasión de tres de sus hijos en esta ocasión: Aristarco, Lucas y Pablo
• Dios le había prometido a Pablo que llegaría a dar testimonio delante del César en Roma y este rescate fue la prueba de que Dios finaliza todo aquello que Él mismo inicia.
• Como sucedió en esta ocasión, si confiamos en nuestras propias fuerzas o capacidades ante la prueba nos veremos frustrados a menos que confiemos en el Señor para salvación.
• Pablo además de ser un hombre espiritual tenía condiciones y capacidades prácticas sobresalientes. Lideró en momentos de crisis y se ganó la confianza y credibilidad de todos. Seguramente había dado su testimonio y predicado a muchos de sus compañeros de viaje en ocasiones previas, pero aquí priorizó las recomendaciones para conservar la vida física.
• Otros ejemplos similares de la Biblia son José y Daniel, hombres prácticos y sabios, capaces de tomar decisiones y liderar en posiciones públicas, sin dejar de temer a Dios.
• Quienes leemos esta historia bíblica sabemos que no se trata sólo de un valiente apóstol al servicio de Dios sino de un Dios soberano que tiene propósitos eternos y trascendentes.

Una ilustración
Como Pablo sugirió, la única forma de salvarse sería permanecer dentro de la nave; algo similar sucedió en la época de Noé. Sólo aquellos que permanecieron dentro del arca durante el diluvio pudieron mantener sus vidas a salvo. El arca es una ilustración de la salvación de Dios en Cristo

PARA DEBATIR
¿Sabes cuánto tiempo ha pasado ya Pablo en calidad de detenido no procesado? ¿En qué habrá invertido todo el tiempo que tenía dentro del pretorio y el palacio?
¿Quiénes componían el grupo que debía custodiar el centurión hasta Roma?
¿Qué tamaño y nivel tecnológico tenían las embarcaciones de aquella época? ¿Por qué buscaban navegar cercanas a las costas?
¿Cómo demostró Pablo su experiencia en viajes marítimos? ¿Fue escuchado?
¿Puede tomarse este pasaje como una garantía de que Dios librará siempre a los creyentes que estén embarcados durante una tormenta? ¿Por qué Pablo tuvo tanta seguridad acerca de la supervivencia del pasaje?
Si conoces toda la crónica bíblica detalla cuáles habrán sido los propósitos de Dios al permitir que esta nave y sus pasajeros no naufragasen en esta ocasión
APLICACIÓN PERSONAL
Pablo fue reconocido como un gran apóstol y misionero del evangelio; pero en esta ocasión, Dios quiso exponerlo para demostrar sus dotes de líder ante una crisis particular. Comenta en tu grupo alguna experiencia en la cual tú o algún otro líder cristiano haya dado muestras de sabiduría práctica.